El despido procedente es uno de los conceptos más importantes en el ámbito laboral en España. Entender qué significa, cuándo se aplica y cuáles son sus efectos es fundamental tanto para trabajadores como para empresas.
En esta guía encontrarás una explicación clara sobre qué es un despido procedente, sus tipos más habituales, qué requisitos debe cumplir y en qué se diferencia del despido improcedente.
¿Qué es un despido procedente?
Un despido procedente es aquel que cumple con dos condiciones:
- Existe una causa legal justificada para la extinción del contrato.
- La empresa respeta el procedimiento establecido en la ley (comunicación escrita, plazos, indemnización si corresponde, etc.).
Si el trabajador impugna el despido y un juez lo considera ajustado a derecho, se declara procedente. En ese caso, se pone fin a la relación laboral sin derecho a indemnización (en el despido disciplinario) o con la indemnización prevista por ley (en el despido objetivo).

Tipos de despido procedente
Despido disciplinario procedente
Se da cuando el empleado comete una falta grave y culpable, como:
- Faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad.
- Desobediencia a las órdenes del empresario.
- Ofensas verbales o físicas a compañeros o superiores.
- Disminución voluntaria y continuada del rendimiento.
- Abuso de confianza o transgresión de la buena fe contractual.
En este caso, el trabajador no tiene derecho a indemnización, aunque sí a percibir su finiquito y, si cumple requisitos, la prestación por desempleo.

Despido objetivo procedente
Se fundamenta en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ETOP).
Ejemplos: disminución persistente de ingresos, necesidad de reorganización interna, o la introducción de nuevas tecnologías que eliminan puestos de trabajo.
Aquí, el trabajador recibe 20 días de salario por año trabajado (máximo 12 mensualidades) y un preaviso de 15 días.

Despido colectivo procedente (ERE)

Requisitos legales de un despido procedente
Para que un despido sea declarado procedente, debe cumplir con lo siguiente:
- Causa real y justificada, detallada en la carta de despido.
- Comunicación escrita y formal, explicando los hechos y la fecha de efectos.
- Respeto de plazos: en despido objetivo debe haber 15 días de preaviso; en disciplinario no es obligatorio.
- Derecho de audiencia previa: el Tribunal Supremo ha establecido que en los despidos disciplinarios es obligatorio escuchar al trabajador antes de tomar la decisión definitiva.
Despido procedente vs despido improcedente: principales diferencias
Aspecto | Despido procedente | Despido improcedente |
---|---|---|
Causa | Justificada y legal | No justificada o mal acreditada |
Procedimiento | Correcto según Estatuto de los Trabajadores | Incorrecto o con defectos formales |
Indemnización | Ninguna (disciplinario) / 20 días por año (objetivo) | 33 días de salario por año trabajado (máx. 24 mensualidades) o readmisión |
Decisión judicial | Ratifica la validez del despido | Declara nulo el procedimiento aplicado |
Conclusión
El despido procedente es una herramienta legal que permite a las empresas extinguir contratos de forma legítima, siempre que exista una causa justificada y se respeten los pasos legales.
Para los trabajadores, conocer sus derechos es esencial: un despido solo será procedente si se cumplen todos los requisitos formales y legales. En caso de duda, lo recomendable es consultar con abogados laboralistas especializados.